Utilizando los principios que se describen a continuación y un programa dietético actualizado, he ayudado a los pacientes a enfrentar los siguientes problemas de salud:
Enfermedades autoinmunes (que incluyen enfermedad tiroidea autoinmune, artritis reumatoide, diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, colitis, lupus) Linfomas, leucemia, mielomas múltiples. Enfermedad cardiovascular, insuficiencia coronaria. Infertilidad, menstruación irregular, abortos espontáneos. Manchas de pigmento de edad Erupciones cutáneas (incluidas dermatitis, eccema y psoriasis) Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), esófago de Barrett Diabetes, prediabetes, resistencia a la insulina. Retraso en el crecimiento de bebés y niños. Reflujo ácido o acidez estomacal Deficiencias de nutrientes debido a malabsorción (p. Ej., Niveles bajos de hierro) Ataques inexplicables de mareos o zumbidos en los oídos Niveles bajos de inmunoglobulina G, inmunoglobulina M e inmunoglobulina A Pérdida ósea (incluidas osteopenia y osteoporosis) Problemas de peso (sobrepeso o bajo peso) Problemas gastrointestinales (hinchazón, dolor, gases, estreñimiento, diarrea) Síndrome de ovario poliquístico (SOP) Síndrome de intestino irritable (SII) Irritabilidad, cambios de humor Síndrome de dolor crónico Síndrome de fatiga crónica Calambres, hormigueo y entumecimiento |
cáncer Enfermedad de Parkinson Hipertensión Dolor en las articulaciones artritis Asma Alergias Migrañas Anemia Exceso de trabajo Депрессия Problemas de memoria Vitiligo Acne Fibromialgia Los dolores de cabeza Niebla en la cabeza Deterioro de la salud dental Demencia Bajo recuento de glóbulos blancos Baja testosterona Calvicie de patrón masculino Neuropatía periférica Grasa en las heces (debido a una mala digestión) Pólipos intestinales Úlceras por presión Alopecia |
Cada vez que te estremeces, cada vez que comienzas a buscar alguna justificación, solo para comer algo, cada vez que escuchas una voz interior que te susurra: "Pero esto es comida saludable", detente allí e inmediatamente regresa a la Regla. No. 1 (abajo).
Regla No. 1.El hecho de que dejes de comer tiene un efecto mucho más fuerte en tu salud de lo queque empiezas a comer
Regla No. 2. Cuida bien los gérmenes intestinales y aliméntalos, y ellos te cuidarán y alimentarán. Después de todo, eres su hogar.
Regla No. 3. La fruta es como un dulce
Regla No. 4. Eres lo que comiste lo que comiste
Lectinas - proteínas vegetales. Las lectinas se encuentran en casi todas las plantas, así como en algunos otros productos. Están presentes en la gran mayoría de los productos que conforman la dieta moderna, incluida la carne, las aves y el pescado. Las lectinas cumplen una función muy importante: igualar las posibilidades en una guerra entre plantas y animales. Las plantas se protegieron a sí mismas y a su descendencia de los insectos hambrientos produciendo toxinas (lectinas) en semillas y otras partes. Las semillas contienen productos químicos que debilitan a los depredadores, los paralizan o causan enfermedades para que ni siquiera intenten comerlos por segunda vez. Entre estas sustancias están fitatos (a menudo se les llama "antinutrientes"), que interfieren con la absorción de minerales obtenidos de los alimentos, inhibidores de la tripsina que evitan que las enzimas digestivas hagan su trabajo y obstaculizan el crecimiento y el desarrollo del cuerpo del depredador, y lectinas que interrumpen la comunicación intercelular, por ejemplo, aumentando las brechas entre las células en la membrana mucosa de la pared intestinal. Los granos integrales en realidad contienen los tres tipos de estos químicos defensivos en su caparazón, cáscara y salvado ricos en fibra. Las lectinas están diseñadas para matar inmediatamente al animal que se las comió, o al menos para que no se sienta bien. De una forma u otra, un enemigo debilitado es más vulnerable. El gluten es solo uno de los miles de lectinas.
Los pueblos antiguos desarrollaron muchas formas de tratar con las lectinas. Desafortunadamente, la gente moderna no es tan talentosa. Si comemos algo que no nos gusta o nos sentimos peor, encontramos o inventamos algo como antiácidos o analgésicos como el ibuprofeno para seguir usando sustancias diseñadas para matarnos, para hacernos daño. o al menos debilitarse. No solo comemos alimentos que nos perjudican, sino que también les damos de comer a los animales que alimentamos nosotros mismos, por lo que también sufren de su dieta. Si se liberara una vaca en el pasto, nunca habría comido maíz o soja; su dieta natural incluye pasto y otros alimentos similares, pero así es como las vacas se alimentan en granjas industriales. Las lectinas contenidas en el maíz y la soya son mucho más efectivas que el pasto, haciendo que las vacas sean más gruesas y gordas. Tanto la soya como el maíz son ricos en lectinas extrañas a las vacas, y desarrollan ardor de estómago y dolor tan severos al tragar que incluso dejan de comer. Sí, las vacas de estas lectinas desarrollan acidez estomacal, al igual que usted. Para hacer que los animales desafortunados coman más alimentos, lo que los hace más gordos, los granjeros les dan carbonato de calcio, el ingrediente activo en las preparaciones apropiadas. Se agregan a la alimentación del ganado para combatir la acidez estomacal y obligar a las vacas a continuar comiendo maíz y soya no naturales. Lo mismo sucede con la carne y los huevos de gallinas, que se cultivan en el alimento con lectinas. Lo mismo sucede con los mariscos y peces cultivados como acuicultura: también comen soja y maíz.
Hay otras sustancias que deberían ahuyentar a los "depredadores de plantas": los taninos, que dan un sabor amargo, y los alcaloides contenidos en los tallos y las hojas de las plantas de sombra (esta familia incluye tomates, papas, berenjenas y pimientos amados por muchas cocinas), tienen un fuerte efecto inflamatorio. .
Cuando el insecto comienza a comer hojas en un lado de la planta, el contenido de lectinas en el otro lado se duplica casi instantáneamente: la planta está tratando desesperadamente de "disuadir" al depredador de que lo coma más. Las lectinas juegan un papel clave en las estrategias defensivas que usan las plantas para defenderse, así como en el daño que nos causan. Las lectinas son proteínas grandes que se encuentran en organismos de plantas y animales. Son capaces de unirse a las moléculas de azúcar, en particular, a los azúcares complejos (polisacáridos) e interrumpir la transmisión de mensajes entre las células, causando caos e inflamación. También se unen al ácido siálico, una molécula de azúcar que se encuentra en los intestinos, el cerebro, entre las terminaciones nerviosas, las articulaciones y todos los fluidos corporales, incluido el revestimiento de las paredes de los vasos sanguíneos, todos los seres vivos. Las lectinas a veces se llaman "proteínas pegajosas" debido al proceso de unión. Por ejemplo, cuando las lectinas se unen al ácido siálico, un nervio pierde la capacidad de transferir información a otro nervio. Las personas (aquellas que son más sensibles a las lectinas) debido a esta característica son más susceptibles a las infecciones virales y bacterianas.
Los científicos descubrieron lectinas en el año 1884, explorando varios tipos de sangre. Hasta ese momento, solo se conocía una notoria lectina: el gluten. Hay muchos mas 94 por ciento de las personas nacen con anticuerpos contra la lectina contenida en el maní.
Todavía no ha pasado suficiente tiempo para que nuestra especie desarrolle tolerancia inmunológica a las lectinas y al microbioma humano para aprender a descomponer estas proteínas. El resultado son numerosos problemas de salud, y la indigestión es solo la punta del iceberg. La fijación de lectinas a los receptores de insulina a largo plazo puede causar una variedad de enfermedades degenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Es muy importante comprender que a pesar del hecho de que las lectinas pueden ser tóxicas o proinflamatorias (es decir, causar inflamación), así como también alterar el sistema de mensajería interna en el cuerpo, todos los animales, incluidos los humanos, han desarrollado sus propios sistemas de defensa que hacen Las lectinas son inofensivas o al menos mitigan sus efectos. De los efectos tóxicos de las plantas (en particular, las lectinas) estamos protegidos por un mecanismo cuádruple especial:
- La primera línea protectora es la membrana mucosa de la nariz y la saliva en la boca; juntos se llaman mucopolisacáridos, son necesarios para capturar lectinas. A las lectinas les gusta adherirse a los azúcares. Cuando la próxima vez después de comer algo afilado, su nariz fluirá, sepa: acaba de comer una dosis de lectinas.
- La segunda línea protectora es el jugo gástrico, que en muchos casos digiere algunas proteínas de lectina (pero no todas).
- La tercera línea de defensa son las bacterias en su boca e intestinos (parte de su microbioma) que ya pueden absorber eficientemente las lectinas antes de que puedan interactuar con las paredes de sus intestinos. Cuanto más tiempo comas ciertas lectinas vegetales, más tiempo desarrollarás bacterias intestinales diseñadas específicamente para neutralizarlas. Por eso, si abandonas el gluten, las bacterias que lo comen están muriendo; y luego, cuando comienzas a comer gluten nuevamente o comes algo que contiene gluten, pero no lo sabes, no puedes digerirlo adecuadamente y te sientes incómodo.
- La cuarta y última línea de defensa es la capa de moco producida por ciertas células en el intestino. Al igual que el moco en la nariz, la boca, la garganta, etc., hasta el ano, esta capa de moco intestinal actúa como una barrera. Contiene la materia vegetal que comió en el intestino, donde pertenece: el azúcar contenida en las mucosidades atrapa y absorbe las lectinas. Mientras más “tropas” de lectina ataquen las estructuras defensivas, más moléculas de azúcar se consumen en las membranas mucosas y es más probable que las lectinas lleguen a donde más necesitan células vivas que recubren sus intestinos. Ahí es donde todo comienza. Por supuesto, tienes un arma más poderosa que puedes usar en la batalla con lectinas: el cerebro. Después de haber aprendido que algunos productos son un problema para usted, debe evitarlos, comerlos raramente o mitigar sus efectos utilizando métodos de cocción que nuestros antepasados conocen desde hace mucho tiempo. El rechazo de tales alimentos se convierte en la última clave necesaria para restaurar la salud.
Cuando come vegetales, frutas y productos cultivados orgánicamente obtenidos de animales de pasturas, los nutrientes de las plantas, así como las sustancias que las plantas recibieron del suelo (así como las sustancias de las plantas que los animales comieron) ingresan a su cuerpo y se distribuyen por todo el cuerpo. tus celdas Saber cómo cultivar los alimentos que consume no es solo una cuestión de estilo de vida, sino también de su salud.
Las plantas producen específicamente lectinas que son prácticamente indistinguibles de otras proteínas en su cuerpo, una táctica llamada mimetismo molecular. Las lectinas son casi indistinguibles de algunas otras proteínas en su cuerpo. Al imitar tales proteínas, las lectinas engañan al sistema inmunitario del huésped y hacen que ataque sus propias proteínas. O las lectinas se unen a los receptores celulares, actuando como hormonas (o bloqueando las hormonas), interrumpiendo así la comunicación dentro del cuerpo y organizando el caos. Por ejemplo, la hormona insulina ayuda a la célula a absorber la glucosa y obtener combustible. Si hay demasiada glucosa, la insulina se adhiere a las células grasas y les ordena almacenar glucosa como grasa en caso de que haya menos comida. Después de que la hormona transmite información, la célula informa a la hormona que se ha recibido el mensaje, y la hormona se desconecta del "puerto", liberándola para la próxima hormona. Para que todo el sistema funcione, el "puerto" para la insulina debe estar abierto y accesible. Sin embargo, las lectinas pueden unirse a puertos de acoplamiento importantes en las paredes de las celdas y proporcionar información incorrecta o bloquear la entrega de la correcta. La lectina AZP (aglutinina del germen del trigo) recuerda notablemente a la insulina. Se puede unir a los puertos de acoplamiento de insulina como la insulina real, pero a diferencia de la hormona real, nunca desaparece, y los resultados son mortales: pérdida muscular, un cerebro muerto de hambre, células nerviosas y un fuerte aumento de grasa. Un animal graso es un animal enfermo, ya que la grasa es donde está la inflamación. Almacenamiento de grasa en la energía de los glóbulos blancos implicados en las reacciones inflamatorias.
Hay ciertas formas de burlar a las lectinas y evitar que causen demasiado daño. Durante las tres fases del programa Plant Paradox, primero eliminas las lectinas más problemáticas del cuerpo para curar tus intestinos. La mayoría de las personas pueden volver a la dieta con algunos alimentos que contienen lectinas, pero en dosis moderadas y bien cocidos. Además, no todos son igualmente sensibles a las lectinas individuales. Cuanto más tiempo coman sus antepasados ciertas hojas u otras partes de plantas que contengan lectinas, más oportunidades tendrán su sistema inmunológico y microbioma para desarrollar tolerancia a ellas. En algún momento, desarrollan tanta tolerancia que simplemente se "encogen de hombros" cuando se encuentran con esta proteína.
Cocinar en parte destruye muchas lectinas. Además, el tratamiento térmico ayuda a destruir fácilmente la pared celular de las plantas. Antes de esto, solo las bacterias intestinales podían producir ambas. Cocinar al fuego permitió que nuestros ancestros evolucionaran para que la cantidad de energía (así como el área intestinal) necesaria para la digestión se redujera significativamente, y las calorías se volvieran más accesibles para el cerebro, que consume mucha energía. El tratamiento térmico nos permitió consumir reservas subterráneas de almidón: tubérculos de plantas (por ejemplo, papas): destruyó sustancias vegetales previamente completamente indigeribles.
Después de que el Homo sapiens aprendió a cocinar al fuego, vivieron bastante bien durante unos noventa mil años. La abundancia de alimentos para animales y vegetales tuberosos ha hecho que las personas sean altas y fuertes. Hace diez mil años, el crecimiento promedio de una persona era mayor que 180 cm. Pero después del final de la última edad de hielo, comenzaron los problemas. Los enormes animales, que se sentían bien en el clima frío, se extinguieron rápidamente, y la humanidad necesitaba una nueva fuente de calorías. Y luego, en un triángulo fértil en el Medio Oriente, logramos domesticar cereales y legumbres, y comenzó el período de la agricultura. Tanto los granos como las legumbres se pueden almacenar y comer más tarde, a diferencia de las frutas que solo se pueden comer maduras. El cultivo de cereales y legumbres se ha convertido en la principal espada de doble filo de la paradoja vegetal. Por primera vez en millones de años, lectinas completamente nuevas han entrado en nuestros intestinos, y no estábamos preparados para esto. Pero, como pronto se dará cuenta, la domesticación de cereales y frijoles fue lo mejor y lo peor de todo lo que le sucedió a nuestra especie.
Sabemos que cuanto más tiempo esté expuesto a un producto químico, más resistente se vuelve y no muestra una reacción demasiado fuerte. Con la desensibilización, gradualmente se le administrarán dosis cada vez más grandes del alérgeno hasta que comience a reaccionar más o menos normalmente. Pero para desarrollar resistencia a ciertas lectinas, no lleva miles de semanas o meses, como en la lucha contra las alergias, sino milenios.
Nuestro sistema inmune utiliza un sistema de escaneo bastante simple. Estos escáneres se denominan TLR, o receptores tipo toll. Se encuentran en todas las membranas celulares de su cuerpo (y el cuerpo de cualquier animal). Cada proteína, ya sea un virus, lectina o pared celular, tiene su propio "código de tira" único. Los TLR escanean y “leen” constantemente las “huellas digitales” moleculares o tiran códigos de proteínas que ingresan al cuerpo.
Después de que el TLR determina si el código de la tira en particular es hostil o amigable, deciden cómo reaccionar: dejar pasar la proteína sin más preguntas o encender las sirenas y hacer sonar la alarma para decirle al sistema inmunitario que hubo invitados no invitados. Otro conjunto de receptores que funcionan como un puerto de computadora USB son receptores que literalmente escanean las hormonas, enzimas y citocinas que se conectan a ellos para obtener instrucciones de ellos y descubrir qué quieren de la célula. Este segundo conjunto de receptores, llamados "receptores acoplados a proteínas G" (para abreviar, "serpentinas"), sirve como un puerto de acoplamiento para todas las células. Solo si una hormona o enzima se acerca al receptor pueden intercambiar información. Después de eso, el sistema inmune comparte el conocimiento de proteínas extrañas con el resto del cuerpo, por lo que en el futuro será más fácil reunir tropas contra este enemigo.
Recientemente, estudios interesantes han demostrado que las lectinas ingresan al cerebro no solo a través de la sangre: ellas, no importa cuán increíble suene, ingresan al cerebro desde el intestino a través del nervio vago. Resulta que por cada fibra que conduce del cerebro al corazón, los pulmones y los órganos abdominales, hay nueve fibras que van del intestino al cerebro. En realidad, hay más neuronas en los intestinos que en la médula espinal. (A mí y a otros médicos de la escuela de medicina nos enseñaron que el nervio vago envía señales del cerebro a los intestinos, pero en realidad estas señales van en la dirección opuesta).
Es necesario mantener la población microbiana adecuada para restaurar la salud y prevenir enfermedades. Debe alimentar a los microbios buenos con lo que necesitan para prosperar, al mismo tiempo que rechaza el azúcar y otros alimentos que comen los microbios malos. Los buenos gérmenes aún deben permanecer en su lado de la frontera. Si tiene buenos microbios y está tomando AINE (antiinflamatorios no esteroideos) o algunos antiácidos, o comiendo lectinas con las que su cuerpo no puede interactuar, entonces la pared intestinal se rompe y comienza una "catástrofe nuclear", a pesar del hecho que tienes un montón de bacterias buenas! El principal problema es que debido a los cambios en la cadena alimentaria, la aparición de nuevos medicamentos y factores ambientales que han estado imperceptiblemente pero cambiando constantemente durante los últimos cincuenta años, la mayoría de los microbios heredados han sido destruidos, y ahora dominan otras especies. Los microbios ya no pueden trabajar en simbiosis con usted y no proporcionan información valiosa o, lo que es peor, dan información falsa. Junto con granos enteros Las lectinas, en particular la aglutinina del germen de trigo (AZP), ingresan a los intestinos. Provocan una fuga lipopolisacáridos (LPS), los restos de bacterias desde los intestinos hasta el torrente sanguíneo, así como la mímica hormonal. Y el uso de transglutaminasas (polvo de hornear) te hace sensible al gluten, incluso si no tienes enfermedad celíaca.
7 enemigos principales para la salud:
- Antibióticos de amplio espectro - Permitieron a los médicos llevar a cabo bombardeos de infecciones, sin pensar en qué bacteria era la culpable. Puede tomar al menos dos años restaurar la población de flora intestinal. Cada vez que un niño toma antibióticos, es más probable que desarrolle la enfermedad de Crohn, diabetes, obesidad o asma en la edad adulta. Al cambiar su microflora intestinal, que se comunica con el sistema inmune, los antibióticos obligan al cuerpo a entrar en la ley marcial y aumentar las reservas de grasa para que sus células inmunes tengan suficiente energía para combatir a los invitados no invitados. Los “rastros de antibióticos” en la carne y la leche de los animales solo exacerban el efecto de tomar antibióticos de amplio espectro.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. (AINE): dañan la membrana mucosa del intestino delgado y grueso, permitiendo que las lectinas, LPS y otras sustancias extrañas pasen a través de la pared intestinal, aumentando la inflamación que se siente como dolor. Cuanto más dolor sienta, más AINE tendrá que tomar.
- Antiácidos. La mayoría de estos medicamentos son inhibidores de la bomba de protones (IBP) que reducen la cantidad de jugo gástrico. El ácido en el estómago generalmente contiene bacterias en el intestino grueso, un proceso llamado gradiente ácido. Cuanto más pasan los contenidos del estómago a través de los intestinos, más líquidos alcalinos de la bilis y el páncreas diluyen el ácido, pero solo cuando llega al colon, el ácido se diluye con bastante fuerza. Las bacterias en el intestino grueso (es decir, donde viven más) prefieren un ambiente libre de oxígeno y no muy ácido. Si el jugo gástrico no mata las bacterias "malas", entonces estos organismos patógenos (patógenos) pueden proliferar en los intestinos, cambiando la composición normal de la microflora. En ausencia de jugo gástrico, las bacterias dañinas (e incluso beneficiosas) pueden pasar fácilmente del intestino grueso al intestino delgado, donde no tienen lugar. Allí, o violan la integridad de la pared intestinal, causando una enfermedad, que generalmente se denomina "intestino con fugas", o causan otra enfermedad: SIBR (síndrome de crecimiento bacteriano excesivo) en el intestino delgado. Esto, a su vez, estimula el sistema inmune, enviándolo a la batalla con lectinas y LPS. ¿Y cómo suele luchar el sistema inmunitario? Así es, con la ayuda de la inflamación! Y esto, a su vez, conduce al aumento de peso: el cuerpo se almacena en grasa para que los glóbulos blancos tengan suficiente energía para luchar contra los enemigos. Tomar PPI no solo interrumpe la producción normal de jugo gástrico, sino que también puede privar a las mitocondrias de la capacidad de producir energía en sus células mediante bombas de protones. Lo que es especialmente desagradable, los PPI pueden pasar la barrera hematoencefálica y envenenar las mitocondrias en el cerebro. Los antiácidos también conducen a la descomposición incompleta de las proteínas. Como las lectinas también son proteínas, los antiácidos permiten que ingresen más lectinas en los intestinos. Si el cuerpo no puede descomponerse y asimilar las proteínas, esto conduce a la "desecación" de los músculos: sarcopenia, que sufren muchas personas de edad avanzada.
- Los edulcorantes artificiales - alimentos como la sucralosa, la sacarina, el aspartamo y otros edulcorantes artificiales alteran el holobioma intestinal, matan las bacterias buenas y causan un crecimiento excesivo de las malas. Además, el sabor dulce, una vez disponible solo en verano, le da al cuerpo una señal de que es hora de acumular grasa para el invierno, sin importar en qué época del año sea realmente. Este es el problema con los edulcorantes artificiales e incluso naturales (por ejemplo, stevia) sin calorías. Su cuerpo no puede distinguir la dulzura del azúcar u otras fuentes de calorías de estos sustitutos no nutritivos. Esto se debe a que la estructura molecular (patrón) del edulcorante no nutritivo está conectada al puerto de acoplamiento de azúcar en las papilas gustativas y envía la misma señal de placer al cerebro que el azúcar real. Luego, cuando las calorías del azúcar real (glucosa) no aparecen en la sangre y no son detectadas por los receptores de glucosa en el cerebro, el cerebro siente que ha sido engañado y ofendido. Él "sabe" que usted come azúcar porque sintió el sabor del azúcar, está muy enojado porque el azúcar no entró realmente en el torrente sanguíneo y lo hace buscar nuevos dulces. En lugar de ayudarlo a perder o mantener el peso, los edulcorantes en realidad lo hacen subir de peso.
- Disruptores endocrinos - Este es un grupo de productos químicos bastante heterogéneo que se asemeja a pequeñas dosis de estrógeno en acción. Se encuentran en la mayoría de los tipos de plásticos, cosméticos con sabor, conservantes y bloqueadores solares, así como en una variedad de otros productos, incluso recibos de efectivo; también incluyen diclorodifenil diclorodicloroetileno (DDE), un metabolito de diclorodifenil tricloroetano (conocido como DDT), el insecticida lindano y bifenilos policlorados (PCB). Todas estas sustancias regularmente causan caos en nuestro sistema hormonal. Entre ellos están:
- Obesidad, diabetes y otras enfermedades metabólicas.
- Problemas reproductivos (tanto femeninos como masculinos).
- Cánceres femeninos dependientes de hormonas.
- Problemas de próstata.
- Problemas con la glándula tiroides.
- Retraso en el desarrollo del cerebro y del sistema neuroendocrino.
- Productos genéticamente modificados y herbicida de resumen - biocidas, activan o desactivan genes en nuestras células, cambiando fundamentalmente el sistema de señales del cuerpo. Los herbicidas Roundup y Enlist contienen ácido 2,4-diclorofenoxiacético (un ingrediente del infame Agente Naranja) y glifosato. Los rastros de ambas sustancias se encuentran en la carne y la leche de animales alimentados con granos y frijoles, así como en plantas cultivadas y productos elaborados a partir de ellos. Los agricultores industriales ahora a menudo usan Roundup como deshumidificador incluso para plantas no modificadas. Las plantas secas y muertas hacen que sea más fácil recolectarles granos y frijoles; así, ahorrando tiempo para cumplir con un horario fijo, ahora se cosechan trigo, maíz, soja, frijoles, guisantes y canola. Dado que "Roundup" recolecta prácticamente todos los cereales y legumbres no modificados, usted lo usa directamente con alimentos "saludables", porque la parte externa del grano que se cosechó previamente durante el procesamiento ahora permanece, en aras de la "utilidad de los granos integrales". Al igual que las plantas, las bacterias intestinales utilizan la vía shikimate para producir tres aminoácidos esenciales: triptófano, tirosina y fenilalanina. Como no existe una ruta de shikimat en los animales, podemos obtener estos aminoácidos esenciales solo de las bacterias intestinales. A partir del triptófano y la fenilalanina, se produce serotonina, la hormona del "buen humor", y la tirosina y la fenilalanina son necesarias para la producción de hormonas tiroideas. Pero cuando comemos productos OGM o incluso productos de los ingredientes habituales recolectados con el Roundup, la vía del shikimat se bloquea y nuestras bacterias intestinales ya no pueden producir estos aminoácidos esenciales, lo que lleva a la depresión y a la sensación de depresión. No solo paraliza la vía shikimat de nuestras bacterias intestinales y nos priva de un suministro de estos tres aminoácidos, sino que también cambia la composición de nuestra microflora intestinal normal, matando buenos microbios intestinales, privando al sistema de defensa principal que hizo que el gluten fuera inofensivo para la gran mayoría de las personas. Roundup se une al gluten, haciéndolo antigénico (es decir, causando una respuesta inmune) incluso para personas que no son sensibles al gluten per se. Debido al hecho de que Roundup paraliza las enzimas hepáticas clave, nuestro cuerpo deja de absorber la vitamina D, que es necesaria para procesar el colesterol. Cada vez más científicos publican estudios en los que el glifosato se asocia con cáncer, insuficiencia renal y hepática, defectos de nacimiento, infertilidad, un mayor riesgo de alergias y problemas digestivos, así como otras enfermedades crónicas.
- Exposición constante a la luz azul. En invierno, en lugar de buscar comida, debemos quemar la grasa obtenida. La hormona leptina, que es responsable de la sensación de saciedad, activa esta señal. La alternancia cíclica de glucosa y grasa como las principales fuentes de energía se llama flexibilidad metabólica. Y las instrucciones para esta alternancia cíclica están dadas por el componente espectral azul de la luz. En la vida moderna, la luz azul domina; estamos casi constantemente expuestos a ello. Televisores, teléfonos móviles, tabletas, otros dispositivos electrónicos e incluso algunas bombillas de bajo consumo emiten luz azul. La luz azul suprime la producción de melatonina, una hormona que lo ayuda a conciliar el sueño, y la falta de sueño está asociada con la obesidad. La luz azul estimula la producción de grelina y cortisol, hormonas del hambre y la vigilia, respectivamente. Y dado que nuestro programa genético asocia la luz azul con la luz del día, la exposición constante a la luz hace que nuestro cuerpo piense que el verano es interminable con días muy largos. Debido a esto, aumentamos de peso constantemente, esperando que los días cortos de invierno lleguen pronto, y nunca lleguen debido a la luz eléctrica.
La razón principal por la que los cereales y las legumbres se han apoderado del mundo no es porque sea un alimento "saludable", no porque sean fáciles de almacenar, sino simplemente porque proporcionan la cantidad máxima de grasa por caloría. Los modos turbo para almacenar grasas incluyen no solo cereales y legumbres, sino también productos lácteos. Los mamíferos usan la leche exactamente para un propósito: estimular el crecimiento rápido y el aumento de peso en la descendencia. Cualquier leche contiene un factor de crecimiento similar a la insulina. Otro componente de la leche, la caseína (en particular la caseína A-1), se convierte en lectina beta-casomorfina, que estimula el almacenamiento de grasa y causa inflamación. Cuando las lectinas, que imitan a la insulina, se adhieren a las paredes celulares, dan la información incorrecta o bloquean la entrega de la correcta, mientras que el sistema de comunicación normal deja de funcionar por un período indefinido. Por ejemplo, al conectarse a los puertos de acoplamiento de los receptores de insulina en diferentes tipos de células de lectina ALP en:
1 Células grasas: el AZP se adhiere a ellas para siempre y hace que las células produzcan grasa constantemente a partir de cualquier azúcar que se mueva, hasta el infinito.
2 Si el AZP se adhiere a la célula muscular, también permanece en el receptor de insulina para siempre, pero el efecto esta vez es exactamente el contrario: el AZP no permite que la insulina real se conecte a la célula; como resultado, las células musculares no reciben glucosa, todo va a las células grasas, que son el AZP bombea activamente azúcar. ¡La verdadera razón del “secado” muscular en la vejez es la imitación de insulina! Cuantas más lectinas comamos, más AZP y otras lectinas bloquean los receptores de insulina en los músculos, y más masa muscular perdemos.
3 Cuando el AZP y otras lectinas se unen a los receptores de insulina de las células nerviosas, también bloquean el flujo de azúcar. Cuando las neuronas carecen de azúcar, un cerebro hambriento requiere más calorías y las células del sistema nervioso central y periférico comienzan a morir, lo que lleva a la demencia, la enfermedad de Parkinson y la neuropatía periférica. Recientemente, se descubrió que las lectinas del intestino ingresan al nervio vago en el cerebro y pueden depositarse en la sustancia negra, el centro de conmutación del cerebro cuyo daño causa la enfermedad de Parkinson. Los pacientes que se sometieron a vagotomía en los años sesenta y setenta (circuncisión del vago) para tratar las úlceras estomacales son 40 menos propensos a sufrir la enfermedad de Parkinson en comparación con el grupo control de la misma edad.
4 Las lectinas no pueden llegar al cerebro tan fácilmente y, en consecuencia, no causan tanto daño. Esto también explica por qué los vegetarianos tienen más probabilidades de contraer la enfermedad de Parkinson: comen más plantas (y, por lo tanto, más lectinas). Aquí está la idea clave: la resistencia a la insulina y a la leptina no se desarrolla porque tiene sobrepeso: por el contrario, tiene sobrepeso porque su cuerpo está en una ley marcial y está repleto de calorías para operaciones militares. Esto es exactamente lo contrario de las creencias convencionales sobre la obesidad.
La mayoría de las dietas conducen a una pérdida de peso temporal, pero no resuelven el principal problema de su apariencia: la inflamación dentro del cuerpo. Es por eso que, volviendo a sus viejos hábitos alimenticios, la mayoría de las personas aumentan de peso nuevamente. Todas las dietas bajas en carbono son simultáneamente altas en proteínas y limitan el uso de las principales fuentes de carbohidratos, cereales y legumbres, y con esto, en consecuencia, la carga de lectina disminuye. La dieta cetogénica, que tradicionalmente se prescribe a las personas (incluidos los niños) con diabetes para controlar el crecimiento del azúcar en la sangre, también es una dieta restringida en carbohidratos, pero es completamente diferente. En lugar de reemplazar los carbohidratos con proteínas, una verdadera dieta cetogénica también limita las proteínas, y la mayoría de las calorías provienen de grasas cuidadosamente seleccionadas. (La cetosis es una condición del cuerpo en la que quema grasa, en lugar de glucosa a partir de carbohidratos, para obtener energía). Si restringe el uso de ciertas proteínas animales como en el programa Plant Paradox, seguramente perderá peso. Limitando aún más la proteína animal, utilizando la versión cetogénica modificada del programa Plant Paradox, verá un éxito significativo no solo entre los pacientes con diabetes (o resistencia a la insulina severa), sino también en pacientes con cáncer, demencia, enfermedad de Parkinson, enfermedades autoinmunes y muchas enfermedades intestinales.
Fructosa: Sorprendentemente, la planta no produce glucosa en las frutas, sino otro azúcar: la fructosa. La glucosa aumenta los niveles de insulina en primates y humanos, lo que, a su vez, aumenta el nivel de leptina, una hormona que bloquea el hambre, pero la fructosa no. Como resultado, el depredador nunca recibe una señal de que está lleno y necesita dejar de comer. (Ahora, probablemente no se sorprenderá al saber que los primates grandes aumentan de peso solo en esa época del año cuando las frutas están madurando). Resulta que tanto el depredador como la presa se benefician. El animal recibe más calorías, y dado que come muchas frutas y, en consecuencia, muchas semillas, la planta tiene la oportunidad de difundir sus "hijos" más ampliamente.
Características de las dietas: Las dietas bajas en carbohidratos como las dietas de Atkins o South Beach a menudo funcionan bien a corto plazo. Cuando vuelve a comer una cantidad significativa de carbohidratos que contienen lectinas, los kilos perdidos generalmente también regresan. Incluso si se adhiere estrictamente al programa, la pérdida de peso tarde o temprano se detiene o disminuye significativamente. Todas las dietas bajas en carbohidratos son simultáneamente altas en proteínas y limitan el uso de las principales fuentes de carbohidratos, cereales y legumbres, y con esto, en consecuencia, la carga de lectina disminuye. Cuando las dietas de South Beach y Atkins en la fase de descarga ofrecen devolver los cereales y las legumbres a la dieta, y las personas comienzan a aumentar de peso naturalmente, ¿cuál debería ser la recomendación? Sí, has acertado: ¡volver a la primera fase y abandonar los cereales y las legumbres!
El concepto de paleo-dietas va aún más lejos en el camino de las dietas altas en proteínas; se basa en la suposición incorrecta de que la gente antigua regularmente comía carne de búfalo y otros animales grandes, y eso es lo que nos hizo saludables. De hecho, tal presa probablemente era una rareza. Nuestros antepasados comieron principalmente vegetales tuberosos, bayas, nueces y proteínas animales de peces, lagartos, caracoles, insectos y pequeños roedores.
Aglutinina de germen de trigo - Una pequeña lectina que ayuda a aumentar de peso. AZP del trigo, combinado con el endotelio de sus arterias coronarias, provoca un ataque del sistema inmune. Hay una molécula de azúcar muy específica en el cuerpo que causa este problema. El azúcar que se une a la lectina, Neu5Ac, se encuentra en las paredes de los vasos sanguíneos y las células absorbentes intestinales, los enterocitos. En la mayoría de los mamíferos, la molécula de azúcar Neu5Gc se encuentra en las paredes de los intestinos y los vasos sanguíneos. Pero las personas han perdido la capacidad de producir esta molécula. En cambio, producimos azúcar de unión a lectina Neu5Ac, como moluscos, pollos y elefantes. Las lectinas, especialmente las lectinas de cereales, se unen a Neu5Ac pero no pueden unirse a Neu5Gc. Esto explica por qué los chimpancés cautivos plantados con una dieta de granos humanos no sufren aterosclerosis (arterias obstruidas) ni enfermedades autoinmunes. Los chimpancés no tienen una molécula de azúcar que se una a la lectina, pero los elefantes y los humanos la tienen, y debido a esto tenemos enfermedades cardiovasculares y autoinmunes cuando comemos lectinas de cereales y semillas. Un problema grave con cualquier programa de dieta baja en carbohidratos o "antigua" es que el consumo de una cantidad significativa de ciertas proteínas animales, en particular la carne roja, conduce a un envejecimiento más rápido, así como a la aterosclerosis y el cáncer.
Las vacas, los cerdos y las ovejas tienen la proteína Neu5Gc, que su sistema inmunitario considera extraño cuando come carne. Neu5Gc es muy similar a Neu5Ac (sus códigos de tira son casi iguales). Hay mucha evidencia que dice que cuando nuestro sistema inmunitario encuentra una molécula de azúcar Neu5Gc extraña de la carne roja, desarrollamos anticuerpos contra las paredes de nuestros propios vasos sanguíneos que contienen Neu5Ac. Debido a esto, el anticuerpo se adhiere a las paredes de nuestros vasos sanguíneos, confundiendo nuestro propio azúcar Neu5Ac con el azúcar Neu5Gc consumido, y por lo tanto provoca un ataque completo del sistema inmune.
Además, hay evidencia de que las células cancerosas usan Neu5Gc para estimular el crecimiento vascular alrededor del tumor; para esto producen la hormona VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular). La producción de VEGF se desencadena por un ataque inmune en Neu5Gc. Las células cancerosas incluso usan Neu5Gc para esconderse de nuestras células inmunes, esencialmente escondiéndose bajo un escudo invisible. Además, los tumores humanos contienen una gran cantidad de azúcar Neu5Gc, a pesar de que no tenemos los genes que lo producen. Esto significa que las células tumorales lo obtuvieron de la carne de res, cerdo o cordero, que comió, a ningún otro lugar al que ir. Se debe evitar la carne roja para evitar un ataque autoinmune que cause enfermedades cardíacas y cáncer, todo debido a una mutación genética que le da a las personas una molécula de azúcar a la que se une la lectina. Cualquier dieta en la que haya pocas proteínas animales prolonga la vida. Esto significa que algunos carbohidratos (aquellos que no contienen lectinas o las lectinas que sus microbios han conocido durante miles de años) en realidad no son tan problemáticos como la dieta Atkins y la dieta paleo: es suficiente simplemente limitar ciertas proteínas animales al mismo tiempo.
Acelerar el proceso de envejecimiento no es el único resultado de comer un exceso de proteína. Si hay azúcares simples, aumenta la producción de insulina, la hormona que almacena grasa, y si hay grasa, aumenta el nivel de leptina, una hormona que le indica al cerebro que está llena. Pero es posible que no sepa que cuando come azúcar junto con proteínas que son más comunes en los alimentos de origen animal que vegetal, estimulan el principal receptor de envejecimiento celular, que determina la disponibilidad de energía.
Conceptos básicos del programa de paradoja de plantas
Fase 1.
Con una limpieza de tres días, comenzaremos el proceso de restaurar sus intestinos, fortalecer la posición de los microbios beneficiosos y eliminar la mayoría de los dañinos. Al final del tercer día, la población de sus intestinos cambiará y, en consecuencia, también cambiará el intestino. Pero debes pasar inmediatamente de la primera fase a la segunda para evitar que los villanos regresen.
Fase 2.
A partir de este momento, el programa "Paradoja de la planta" comienza de verdad. Te pregunto: dame solo dos semanas y, a cambio, te devolveré la vida. En dos semanas ya verá y sentirá los cambios: sí, el programa es tan poderoso. Y después de seis semanas, los nuevos hábitos alimenticios ya están firmemente arraigados en ti. Durante este período, le pediré que rechace (total o parcialmente) ciertos alimentos y, en lugar de ellos, hay más que otros:
- Para comenzar, abandone las mayores fuentes de lectinas (cereales y legumbres, incluido el maíz y la soja, que también contienen sustancias similares al estrógeno), alimentos transgénicos, cualquier alimento procesado por Roundup y muchas grasas saturadas. Esta lista incluye granos enteros que hacen que el sistema inmunitario sea hipersensible.
- Evite todos los azúcares y edulcorantes artificiales.
- Minimice el consumo de la mayoría de los ácidos grasos omega-6, que provocan una ley marcial en el cuerpo, en la que almacena grasa y siente hambre constantemente.
- Rechace la carne de aves de corral (incluidas las llamadas aves de corral de corral) y el ganado (incluidos los productos lácteos) cultivados en granjas industriales, así como cualquier pez cultivado en acuicultura: se alimentan con antibióticos, maíz y frijoles que están llenos de ácidos omega-6 y Roundup.
- Puedes comer pequeñas porciones de nueces, guacamole o mitades de aguacate como bocadillo. Con el tiempo, descubrirá que si come bien, simplemente no querrá comer. Pero si come incorrectamente, simplemente sentirá un hambre aún mayor.
- Evite cualquier producto que contenga disruptores endocrinos.
- En lugar de todo lo anterior, come lo siguiente:
- Cualquier verdura de hoja verde y algunas verduras, así como cantidades significativas de verduras tuberosas y otros alimentos que contienen almidones resistentes. Al principio tendrás que renunciar a las frutas. Más tarde puedes comerlos, pero solo en temporada y solo como golosina.
- Consuma más ácidos grasos omega-3, en particular los que se encuentran en el aceite de pescado, aceite de perilla, aceite de linaza y aceite de coco, otros aceites saludables: aguacate, nuez, macadamia, aceite de oliva y triglicéridos de cadena media (MCT), que Contribuir a la restauración temprana de la barrera intestinal.
- No coma más de 240 g de proteína animal al día (recuerde, el pescado y el marisco también son animales), preferiblemente de pescados y mariscos silvestres; son ricos en ácidos grasos omega-3 y no contienen el azúcar Neu5Gc, que destruye las arterias. También puede comer huevos de gallina que se mantienen en corrales reales o alimentados con ácidos omega-3.
- Solo puede obtener 120 g de proteína diaria de la carne alimentada con pasto (o criada en pastos). Dicha carne contiene más ácidos omega-3 y menos ácidos omega-6 que la carne de animales que se alimentan con cereales y soja, pero que aún contienen una gran cantidad de Neu5Gc.
- Comer y beber solo leche de determinadas razas de vacas y de ovejas, cabras y búfalos asiáticos que aportan caseína A-2. Pero, en general, limite la ingesta de productos lácteos (a excepción del ghee): contienen Neu5Gc.
Fase 3 (opcional).
Limite cualquier proteína animal, incluido el pescado, 60 a 120 gramos por día y ayune algunos días.
El programa de cuidados intensivos cetogénicos está destinado a pacientes con diabetes, cáncer o insuficiencia renal, así como a enfermedades neurológicas como demencia, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer o esclerosis lateral amiotrófica. Si padece una de estas enfermedades, realice una limpieza de tres días y luego pase a la segunda fase.
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